La Inmunoterapia
La rinitis alérgica (RA) es una de las patologías más frecuentes en la práctica médica. Casi con total certeza, se puede asegurar que es el diagnóstico más común en los Servicios de Otorrinolaringología. Para su tratamiento, se ha recurrido a múltiples medicamentos, incluídos los antihistamínicos sistémicos y tópicos nasales, estabilizadores de membrana del mastocito, corticoesteroides sistémicos y tópicos nasales, asociados a las siempre vigentes medidas ambientales orientadas a la evitación de los alergenos identificados como desencadenantes de síntomas alérgicos, manejo del polvo casero, humedad, ácaros, etc. La inmunoterapia con alergenos se presenta como una muy confiable, segura y efectiva alternativa en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con RA. Entre las diversas técnicas de inmunoterapia, se ha demostrado que la Titración cutánea de punto final (SET) - por sus siglas en inglés: skin endpoint titration - es la mejor opción que actualmente se les puede ofrecer a estos pacientes
PRUEBAS IN VITRO Y PRUEBAS CUTÁNEAS
Determinan el grado de liberación de mediadores inflamatorios debido a la reacción entre el alergeno y la Ig E específica. Su utilidad radica en seleccionar los alergenos que deben ser controlados ambientalmente y definir los alergenos contra los cuales se debe realizar inmunización. Las técnicas in vitro detectan niveles de Ig E total o específica circulante; las más conocidas son las pruebas de RAST (Radioallergosorbent test) y PRIST (Paper radioimmunosorbent test), las cuales tienen la gran ventaja de presentar riesgo ausente para el paciente, pero en su contra se anotan su elevado costo y el hecho de que son exámenes puramente diagnósticos (2). Las técnicas in vivo se dividen en epicutáneas, percutáneas e intracutáneas. Las primeras, comprenden los tests de parche, de poca confiabilidad, debido a que no hay contacto entre el alergeno y el mastocito a través de la piel sana. Las percutáneas incluyen las técnicas de escarificación y pinchazo ( scratch y prick ), las cuales presentan índices de precisión y efectividad muy variables y difícilmente establecidos, aunque son útiles para determinar hipersensibilidad inmediata como diagnóstico cualitativo o en estudios de screening. Las pruebas intracutáneas o intradérmicas confirman los resultados ausentes o equívocos de las percutáneas y permiten hacer un diagnóstico no solo cualitativo sino cuantitativo de la respuesta alérgica; además presentan mejor "inmunosensibilidad", es decir, para obtener una respuesta cutánea positiva, se requiere menor cantidad de antígeno en las pruebas intradérmicas que en las percutáneas, minimizándose el riesgo de reacciones adversas. Por otra parte, presentan menores tasas de falsos negativos y falsos positivos que los tests percutáneos, debido a que siempre se inyecta un volumen constante y se evita la irritación local de la piel con la escarificación, que además de dolorosa, falsea la respuesta mediada puramente por Ig E. De estos tests intradérmicos, la titración cutánea de punto final (SET) es la más estandarizada, más confiable, asequible en el mercado y tiene la enorme ventaja de ser no solo diagnóstica cualitativa y cuantitativamente, sino también terapéutica (3).